jueves, 11 de junio de 2020

The Hidden Path EP3 - A new Challenge

La última vez que hablamos con Maxime Marotte estábamos en pleno confinamiento. Al igual que otros muchos, entrenaba en casa y todavía no sabíamos cuándo podríamos volver a salir. Ahora se han reanudado los entrenamientos por los senderos, y el atleta Julbo se prepara para una temporada 2020 muy particular por lo densa que será. Entrevistamos al protagonista principal de «The Hiden Path».

¿Qué sentiste el 11 de mayo cuando pudiste volver a recorrer los senderos con tu bici?

Fue una gran sensación de liberación, ¡como si saliera de la cárcel! Aunque el tiempo no nos haya acompañado demasiado durante esta primera semana de «libertad», he disfrutado un montón con la bicicleta. Recuperar la BTT para salir al barro no tenía nada que ver con esas largas semanas de ciclismo indoor… Zwift® (aplicación comunitaria de ciclistas conectados con sus rodillos, N. de la R.) está bien, pero no hay nada como una auténtica salida con tu bici.

Las sensaciones durante estas primeras salidas no han sido extraordinarias técnicamente hablando, me sentía un poco oxidado. Pero mi entrenador me dio vía libre los primeros días para dedicarme sobre todo a disfrutar y recuperar sensaciones.

Aparte de algunas sesiones clave, la reanudación fue muy progresiva las dos primeras semanas, lo necesitaba después de dos meses entrenando con el rodillo. En ese momento no podía jugármela.

Hace poco ha salido el nuevo calendario de la Unión Ciclista Internacional. Hemos sabido que las copas del mundo van a concentrarse en dos meses a un ritmo frenético. ¿Qué te parece?

Me alegré de la noticia por varios motivos. Primero porque habrá casi tantas carreras como las que había previstas al principio. Y, además, porque no ceder al pánico es un gran reto mental. Encadenando cinco pruebas de la copa del mundo y el campeonato mundial en cinco semanas, no habrá margen para la improvisación. En dos o tres semanas, será relativamente fácil de gestionar para todos los equipos, pero después, todo el trabajo del staff podría ser preponderante.

Yo tengo la suerte de estar en un equipo muy profesional, donde el staff ha sido seleccionado y formado para optimizar el rendimiento de los atletas. Cada detalle se tiene en cuenta y sé que van a ayudarnos mucho en este contexto tan particular. Será fundamental apoyarnos al máximo en ellos para optimizar la recuperación física y mental. Pero soy consciente de que para ellos será también muy intenso. Cuando empiece la temporada tendrán que estar disponibles durante casi cincuenta días seguidos. Este año va a ser muy distinto.

En este contexto, la carrera para la cualificación para los Juegos Olímpicos de Tokio se ha puesto a cero. ¿Cómo vives esta nueva situación?

A decir verdad, todavía no sabemos cuáles serán son los auténticos criterios de selección del equipo francés. Sin ahondar mucho en detalles, creo que los resultados obtenidos a final de 2019 deberían pesar en la balanza. Pero también se tendrán en cuenta otras nuevas pruebas, dado que los JJ. OO. se aplazan un año. Eso abre nuevas oportunidades a otros corredores y hace que la selección se abra aún más. Pero lo mejor de ir a Tokio es demostrar que en 2019, al igual que en 2020, estamos en lo más alto.

En 2019 tuve un año complicado, pero ahora me siento en mi mejor momento, así que esta situación no me hace dudar demasiado. Quiero demostrar que mi sitio está ahí. Más que hacerme dudar, esta situación me motiva.

Faltan aún unas semanas para que empiece la temporada. ¿Qué tienes previsto hacer este verano?

En principio, iba a hacer un road-trip en Escocia con Stéphane Tempier en junio. Pero con el contexto actual y las fronteras cerradas no hay nada seguro. En todo caso, tengo ganas de tomarme un tiempo para desconectar e ir a rodar tranquilo, y hacerlo por mí. Si ese viaje a las Highlands no puede hacerse, haré un pequeño road-trip a modo de campamento de entrenamiento personal, cerca de casa. Eso me gustaría mucho.

En todo caso, el pico de forma física debe llegar en agosto, así que en verano tocará trabajar. Hay que reposar las bases del entrenamiento, como en invierno más o menos, antes de volver al entrenamiento específico en julio. Ese mes promete ser intenso, con varias etapas previstas con el team, y después con el equipo de Francia.

En este tercer episodio de The Hidden Path, vemos que todo tu staff y tú estabais muy implicados en todos los detalles que permiten mejorar el rendimiento para la temporada internacional —y en particular los JJ. OO. de Tokio— con esta nueva bicicleta. ¿Trabajas también para optimizar otros productos aparte de tu máquina?

Con ese «tiempo extra» que la situación del coronavirus ha añadido a nuestros calendarios habituales, aprovechamos para probar bastantes productos, sí. Además de la bici, para cada producto que utilizo hay un análisis y una búsqueda de optimización constantes. Hago muchas pruebas y valoraciones de productos. Por ejemplo, con Julbo trabajamos habitualmente con las lentes. Cuando ruedo con un modelo de gafas, es que hay un motivo técnico, además de estético; un motivo que se ha validado con pruebas sobre el terreno. En BTT, las lentes Reactiv son ya muy buenas, sobre todo ahora que estamos casi en verano y en los bosques nos enfrentamos a constantes cambios de luz.

Pero esta búsqueda de mejoras marginales llega incluso a cuestionar los estándares establecidos. La combinación rueda-neumático es una de ellas. Probamos distintas secciones de neumáticos, distintas anchuras de llantas, y el mejor comportamiento de una con otra. Es una masa en rotación: ahí es donde más tenemos que ganar en cuanto a rendimiento y por eso es algo por lo que nos interesamos constantemente. Este invierno nos tuvo bastante ocupados, y todavía estamos con muchas otras cosas. ¡Al final, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos y de la temporada internacional hace que estemos aún más activos!