Objectivo:
Cabo de Hornos

Al final del mundo y del logro

Mítico, legendario, impresionante: el Cabo de Hornos es un monumento en el mundo de los marineros. Pasarlo siempre es una hazaña. Así que, imagina la aventura de 2 hombres soñando con ser los primeros en cruzarlo en un Nacra. ¡Sí, un catamarán volador! Entre estos dos marineros, Yohannes, 100 % aficionado y ganador de la Session Julbo, un evento único que propone compartir un sueño en el fin del mundo esquiando, en bicicleta, corriendo con un atleta del equipo Julbo. Para lograr el desafío del Horn, no cualquier marinero, sino Franck Cammas, un monstruo de los mares. Regreso sobre esta aventura única.

EL ENCUENTRO

Franck y Yohannes, un experto y un aficionado unidos por un proyecto fuera de lo común

Yohannes WIEBEL

Nacido en 1979, es arquitecto de profesión… ¡pero aventurero por pasión! Habiendo crecido cerca de los lagos de Baviera, siempre le ha gustado lanzarse desafíos, en el agua como en la montaña. Marino consumado, ya ha competido en diferentes disciplinas: 49er, Dart F18, Tornado. Estar presente en la selección de la Julbo Sail Session en La Rochelle ya era un sueño. Pero ganarla le trajo un enorme orgullo.

Franck CAMMAS

Nacido en 1972, miembro del equipo Julbo desde 1988, Franck es el marinero más laureado de la historia en multicasco. Ha ganado la Route du Rhum, la Volvo Ocean Race o también la Pequeña Copa América. Franck está también al mando del desafío francés Groupama Team France para la 35ª Copa América que se disputará sobre catamaranes con foils de 48 pies en las Bermudas en 2017.

Cuando vi el proyecto Julbo, no pude sacarlo de mi cabeza.

Yohannes Wiebel

USHUAIA

Donde comienza la aventura

Tras un vuelo desde Buenos Aires, todo el equipo de la Julbo Sail Session llega a Ushuaia para los trámites aduaneros donde siempre hay que armarse de paciencia. Luego, se sube a bordo del Xplore, un magnífico barco de 20 m que servirá de campamento base flotante para toda esta aventura. Xplore pone rumbo a Puerto Williams. La llegada a esta ciudad de 2.500 habitantes se hace en plena noche. Al despertar, es hora de comenzar los trámites con la Armada chilena – responsable de los pasos hacia el Horn – y de comenzar a preparar el Nacra.

PRIMERA NAVEGACIÓN

En el meollo del asunto

Yohannes y Franck parten a las 6 h hacia Puerto Toro, a 25 millas de allí. Las condiciones son ideales con un mar plano y 15 nudos de viento bien orientado. Nuestros dos aventureros disfrutan y no tardan en volar. 3 horas más tarde, entran en Puerto Toro. Un muelle, 18 habitantes, una escuela de 4 alumnos: ¡el pueblo más austral del mundo es un lugar mágico! Los 4 niños que están felices de recibirlos también los encuentran un poco locos por querer ir al Cabo de Hornos con un barco así.

RUMBO AL HORNOS

Bienvenidos al mar hostil

Después de la punta de Guanaco, es la entrada en la bahía de Nassau, un lugar temido por todos los marinos. La situación está tensa y se agita fuerte. Yohannes y Franck saben que deben avanzar pase lo que pase, porque la ventana meteorológica es muy corta si quieren lograr su hazaña. Surfean a menudo, pero continúan avanzando a buena velocidad. En el paso entre las islas Wollaston y Feycinet, el mar se calma espectacularmente y el Nacra comienza a volar. Llegan al fondeo de Herchel: una inmensa playa de arena blanca fina. A menos de 9 millas del Horn, saben que podrán enfrentarse a esta roca mítica.

La Tierra del Fuego es un lugar místico con paisajes impresionantes y cambios climáticos increíbles.

Yohannes Wiebel

LA HAZAÑA

¡Lo lograron!

Después de 3 días de espera debido al viento de hasta 50 nudos, el equipo se prepara para el asalto final. A las 7 h, es la salida. A las 9 h, Yohannes y Franck se enfrentan a este acantilado de 400 m casi vertical, cubierto de vegetación. Guinda del pastel: el sol se levanta y logran hacer volar el Nacra. Ya está: ¡son los primeros en haber volado frente al Horn en un catamarán!

Tengo tres sueños, el primero era ganar la Volvo Ocean Race. Hecho. El segundo era pasar el Cabo de Hornos en un catamarán volador. También hecho. Ahora, paso al tercero: participar en la Copa América. Y voy a trabajar activamente en ello con mi equipo.

Franck Cammas

Cuanto más te acercas al Horn, más impresionante es. ¡Es un verdadero coloso!

Yohannes Wiebel

FOILING CAPE HORN

La aventura con mayúscula

Navegar en tales latitudes con vientos locos, un mar desencadenado y un clima hostil nunca es fácil. Pero hacerlo volando con un Nacra sobre mares tan hostiles como los del Gran Sur es una aventura increíble. ¡Una aventura a la altura de esta isla extrema, batida por los vientos y las olas! El Atlántico al este, el Pacífico al oeste. Y por todas partes, paisajes salvajes como en ningún otro sitio. Belleza, pura y dura.

XPLORE

Nuestro campamento base flotante

Verdadera caja fuerte de la aventura cuando la tormenta era más violenta, el Xplore de Stephen, Annie y Tobias fue un magnífico campamento base. Además de haber sido de gran ayuda durante todo nuestro periplo, Stephen, su capitán, es también un cocinero de primer nivel que nos hizo cambiar de opinión sobre los ingleses y la cocina: ¡muchas gracias a él y a su tripulación!

SAILING TEAM

Enfrentarse al Horn en estas condiciones y con un barco así no se improvisa. ¡Con un equipo así, podríamos haber movido montañas!

Gracias a Franck Cammas por su presencia y su saber.
Gracias a Yohannes Wiebel por su pasión y compromiso.
Gracias a Dino, Jérémy, Seb y Thibault por sus hermosas imágenes y su asistencia técnica.
Gracias a Louis y Francis por haber cuidado tan bien del Nacra durante el viaje.
Gracias a Serge Ouatchée, nuestra valiosa ayuda en el lugar.
Gracias a todo el equipo de Xplore.

NUESTROS SOCIOS

TEAMWORK

Mucho más que un socio

Desde hace 10 años, TeamWork apoya proyectos en torno a la vela, por amor a la aventura tanto deportiva como humana. Al descubrir el proyecto de la Julbo Sail Session, este proveedor de soluciones globales quedó inmediatamente seducido, ya que pone en escena sus propios valores: superación de uno mismo, compartir experiencias y descubrimiento de tierras desconocidas. Sin TeamWork y su apoyo, la hazaña en el Cabo de Hornos habría sido solo un sueño. Un gran agradecimiento para ellos.

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