Mathieu Maynadier
¡ La búsqueda de la cumbre !

- País
Francia
El alpinismo tiene esto de particular: que entre sus embajadores el riesgo de ser gravemente tocado —o algo peor— es alto. Como guía de alta montaña, Mathieu Maynadier primero recorrió los Écrins, su macizo favorito, y enseguida decidió ampliar el perímetro de sus aventuras tras un primer logro —en 2008— en la cara nordeste del monte Dickey, en Alaska.
Desde entonces no ha parado. Mathieu encadenó grandes logros como el Latok II en Pakistán, y el Gaurishankar, uno de los sietemiles más difíciles de Nepal. Para después volver una y otra vez a Pakistán. Hasta ese día del verano de 2018 en que se lesionó gravemente por una caída de piedras.
Pero «Memé» volvió a levantarse. Desde su campamento base del Briançonnais, sigue buscando grandes vías, con especial predilección por las cascadas de hielo y las líneas de escalada mixta, piolets en mano. Explorar, siempre, un vasto terreno de juego, incluso efímero, porque además es eso lo que le da encanto. «En expedición siempre he buscado la aventura y la novedad», advierte. Mathieu Maynadier ha convertido la incertidumbre —esencia del alpinismo— en su especialidad, incluso bajando sobre esquís el Diran, una gran cumbre de 7266 m, en Pakistán, claro.
En 2023, Mathieu Maynadier encontró el Santo Grial: una cumbre mítica, rara pero muy real, el Meru, en la India, y el ascenso de un nuevo itinerario excepcional (con Roger Schaeli y Simon Gietl): la vía se llama Goldfish y es el fruto de años de expediciones por todos los rincones del Himalaya. No cabe duda de que volverá muy pronto, como su otro campamento base que son las gargantas del Verdon.