Casco de esquí alpino
Para el esquí alpino, es fundamental estar bien equipado. Tu seguridad depende principalmente de una protección óptima y de un accesorio esencial: el casco. Ventilación, peso, certificaciones... Aquí tienes los criterios clave para elegir el mejor casco de esquí alpino.

ESQUÍ ALPINO: ¿QUÉ DEBE INCLUIR MI CASCO?
¡No faltan opciones para cascos de esquí alpino! Sin embargo, no todos los productos cuentan con las mismas características, algunas de las cuales son esenciales para garantizar tu comodidad y seguridad. Para disfrutar plenamente de tus jornadas de esquí, te recomendamos elegir un casco con:
Talla ajustable: Este criterio es fundamental porque un casco demasiado grande o demasiado pequeño no te protegerá eficazmente. Para mayor comodidad, un sistema de ajuste con rueda ofrece un alto nivel de precisión y un ajuste perfecto.
Buena ventilación: Para permitir la circulación del aire, tu casco debe contar con un sistema de ventilación con varias aberturas. Estas ayudan a evacuar eficazmente el sudor y el calor, manteniendo una temperatura confortable mientras esquías.
Ligereza: Con un casco ligero, puedes esquiar sin molestias durante todo el día. Menos peso significa menos fatiga. Algunos cascos están fabricados con tecnología In-Mold, que fusiona la carcasa exterior con la espuma EPS interna. Como resultado, el casco es de una sola pieza y ultraligero, con un peso inferior a 400 gramos.
Normas EN 1077 y EN 12492: En cuanto a seguridad, la norma europea EN 1077 es la referencia para actividades de esquí alpino. La norma EN 12492 certifica que tu casco es apto para alpinismo y cumple con estrictos requisitos de diseño y rendimiento. Con ambas certificaciones, disfrutarás de una protección óptima para tus salidas de esquí de travesía.
Forro desmontable y fijaciones (para máscara y linterna frontal): ¡Estos detalles marcan la diferencia! Para una buena higiene, asegúrate de que el forro del casco sea desmontable y lavable. La carcasa también debe incluir un sistema para sujetar la banda elástica de la máscara y evitar que se pierda. Además, las actividades de esquí de travesía suelen empezar temprano y terminar tarde, por lo que es importante que el casco tenga fijaciones para una linterna frontal. Asegúrate de que sea compatible con tu casco y ofrezca suficiente potencia para iluminar la pista.
Bueno saberlo
Esquí alpino, esquí de travesía, freeride: cada disciplina tiene su casco. Para garantizar la mejor protección posible, los cascos se adaptan a las especificidades y necesidades de cada práctica. Sin embargo, no existen diferencias técnicas entre un casco de esquí y uno de snowboard.
¿CÓMO ELEGIR LA TALLA CORRECTA DEL CASCO?
¿Has encontrado un modelo que te gusta? Antes de comprarlo y lanzarte a las pistas, asegúrate de que te quede bien. Primer paso: mide el contorno de tu cabeza con una cinta métrica. Colócala como una cinta en la frente y unos 2 cm por encima de las cejas. Obtendrás una medida entre 52 cm y 67 cm.
Para probar tu casco, mueve la cabeza hacia arriba y abajo, y luego de derecha a izquierda. Si es la talla adecuada, se mantendrá en su sitio y se adaptará perfectamente a la forma de tu cabeza. Si, por el contrario, sientes molestias o presión, prueba una talla más grande y repite la prueba.
Finalmente, comprueba su compatibilidad con tu máscara de esquí.
Ejemplo: THE PEAK LT, protección robusta y fiable para el esquí alpino
Doble certificación para alpinismo y esquí alpino, nuestro casco THE PEAK LT garantiza una protección óptima, sea cual sea el terreno. En su diseño, no hemos hecho concesiones para asegurar que sea ligero, resistente y cómodo. Puede utilizarse en pleno invierno, en frío extremo, en la cara norte, o en temperaturas más suaves gracias a un forro desmontable. Para mayor practicidad, cuenta con varias aberturas de ventilación y lazos para fijar una linterna frontal. ¡Un modelo imprescindible para descender picos nevados!
