GRAND CAPUCIN

El Grand Capucin es un obelisco rocoso de casi cinco metros de altitud que se erige en pleno macizo del Mont Blanc. Todos los itinerarios que llevan a la cima de esta imponente ciudadela de granito son exigentes y vertiginosos.

El Grand Capucin es un obelisco rocoso de casi cinco metros de altitud que se erige en pleno macizo del Mont Blanc.

Todos los itinerarios que llevan a la cima de esta imponente ciudadela de granito son exigentes y vertiginosos.

Este verano, los escaladores Christophe Dumarest y Symon Welfringer pensaron a lo grande y atacaron una de sus vías más duras: la vía «Petit». ¡Una ocasión para tomar altura y acompañerles en una aventura «más allá de la vertical»!

La vía abierta por Arnaud Petit en 1997 está hoy considerada como una de las más difíciles del macizo del Mont Blanc. Habría que esperar hasta 2005, ocho años después de su apertura, para que Alexander Huber, uno de los mejores escaladores del mundo, fuera el primero en llegar hasta el final en escalada libre. (Ayudándose solo de su propio cuerpo para escalar y utilizando solo el material colocado para asegurarse.)

Para Christophe y Symon esta línea es una forma de consagración de lo que representa la escalada en la montaña. Sintetiza lo que les mueve durante todo el año y les anima a entrenarse con pasión. Combinar el aspecto técnico de alto nivel y buscar la estética de un trazado audaz para, por fin, dejar sus huellas siguiendo la línea de los pioneros que les precedieron: este es el combustible que les proporciona la motivación y la energía necesarias para tamaña empresa.

Julbo - GRAND CAPUCIN

Esta motivación y esta determinación por el trazado, Symon las siente igual que yo.

Dedicamos tres largas jornadas a descifrar y resolver cada uno de estos largos. Algunos son complicados, otros exigentes, y a veces las dos cosas al mismo tiempo. Para Symon, que está ya en el noveno grado, los largos de 8a, incluso a 3800 m, no deberían plantear demasiados problemas. Para mí, que soy menos experto, el reto es total.

El primer largo de 7B me sumerge de lleno en la aventura. Hay que zigzaguear en la parte baja entre los regueros de agua que salen de las fisuras. Estas lágrimas que estrían buena parte de la cara no facilitan precisamente la escalada. Llegamos bastante rápido al pie de un diedro perfecto que simboliza la longitud clave. Un magnífico libro abierto coronado por un techo característico. Por turnos, examinamos los «métodos» indispensables para encadenar todo el largo. Los vídeos de nuestros antecesores y la puesta en común de nuestros métodos nos permiten resolver finalmente bastante rápido cada uno de los enigmas. Nota tras nota, movimiento tras movimiento, construimos las frases que poco a poco forman un conjunto coherente y armonioso. Lamentablemente, la segunda parte del largo está empapado, lo que nos priva de la posibilidad de encadenar cualquier largo a pesar de nuestra motivación. ¿Se habrá secado mañana el «crux»?

Julbo - GRAND CAPUCIN

Fijamos lo que tenemos de cuerda para volver a bajar a nuestro vivac de ensueño, al pie de nuestro obelisco. Llenos de incertidumbre, escrutamos la cara. El ábside de nuestra tienda, abierta frente a la vía, estimula nuestra imaginación. Si el valle del Mont Blanc, capital histórica del alpinismo, fuera de una ciudad, sería París, y el Grand Capucin sería su Torre Eiffel. Monumento y atracción favoritos de los escaladores, que tiene también su aura internacional.

La mañana del segundo día enseguida nos plantamos al pie del cañón. Cada uno por turnos lucha en ese largo excepcional. El tramo aún húmedo, y sobre todo mis brazos debilitados por la víspera, me privan de encadenar largos. Consigo escalar cada uno de los pasos, pero me falta resistencia para acumularlos todos.  Tras una valiente lucha, Symon lo consigue. Un momento de intensa alegría compartida antes de ponernos rápidamente en marcha para lo siguiente. Voy a hacer todo lo posible por intentar facilitarle el encadenamiento del resto de la vía. Tras el descifrado y la magnesia, ante él se despliega una alfombra roja granítica plagada de dificultades. Los dos sabemos que es capaz de lucharlo y conseguirlo. Las secciones de 7b+, 7c+ se suceden, aún queda por hacer pero, para un primer intento, pasa.

En el vivac Bonatti, en dos tercios de la línea, la cordada tiene confianza, para el último día solo nos quedan dos largos duros. Podemos disfrutar tranquilamente de un vivac al raso. Nuestro nido hecho de protogina, bloques y grava es un palacio. No cambiaríamos las estrellas de la guía Michelin por las que brillan sobre nuestras cabezas. Esta noche somos auténticos millonarios porque la alegría está de nuestro lado. La anchura de la cornisa nos ofrece suficiente horizontalidad para poder desplazarnos con libertad: otro lujo más. Intercambiamos playlists y el altavoz encendido altera el sosiego reinante. Un sacrilegio que asumimos. Solo molestamos al espíritu de los pioneros que todavía deambulan por la cara, porque ninguna otra cordada ha tenido la misma idea descabellada que nosotros. Vivac por los aires. Trato de compensar los consejos de escalada que me dio durante el día ofreciéndole educación musical a Symon. Los puntos de vista que compartimos y las carcajadas animan el aperitivo. Al final nos reconciliaremos con la sopa… de sobre, claro, ¡con el peso de la mochila, no queda otra!

Julbo - GRAND CAPUCIN

En la montaña, los amaneceres al este son los más agradables. Aun con todo, nos cuesta salir de nuestras crisálidas. Los primeros días hicieron mella en nuestros cuerpos. Yo voy a tener que tirar de reservas. Monto las cintas en el último 7c+/8a de la vía. Mis fuerzas flaquean en este largo que pudimos probar con Symon y que no parecía plantear problemas. Tendré que volver, entrenar mejor, y sin duda usar una estrategia diferente. Symon encadena, tenemos cogido el ascenso por el lado bueno, el de arriba. Un último largo magnífico y complicado de 7B+ y las dificultades quedan por fin atrás.

Encadenar la vía Petit es sacar a Excalibur de su roca y ser, por un momento, el rey del Grand Capucin

Una vía que actúa como un acelerador de partículas... de emociones. En la cima, el esfuerzo nos deja vacíos, pero nos cargamos a tope de energía gracias a los espectaculares paisajes que nos absorben desde hace tres días. Energética y moralmente, el ascensor físico-emocional solo ha funcionado en un sentido. Más allá de las partículas que han golpeado nuestros cuerpos y nuestras mentes, hemos vivido al máximo la aventura, con todas las incertidumbres que eso entraña.

Julbo - GRAND CAPUCIN

Un momento singular, vertical, que quedará anclado para siempre en nuestra memoria. Un poco como esa espada que nos atrevimos a desafiar.

Introducción/resumen de la película

"El Grand Capucin es un obelisco rocoso de casi cinco metros de altitud que se erige en pleno macizo del Mont Blanc. Todos los itinerarios que llevan a la cima de esta ciudadela de granito única en los Alpes son exigentes y vertiginosos. El verano pasado, los escaladores Christophe Dumarest y Symon Welfringer pensaron a lo «Grande» y se enfrentaron a una de sus vías más duras: la vía «Petit ».

Entre tensión, escalofríos, contemplación, pero también diversión, la película «Grand Cap» a little big wall, nos lleva al centro de una cordada atípica que ataca uno de los «monumentos» del Mont Blanc.

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