El reto logrado de una primicia invernal en el Ártico
Travesía integral de Spitsbergen.
El 2 de febrero de 2021, inicié junto con mi pareja Caroline Côté —cineasta de aventura y atleta de ultramaratones a la que conocí en una expedición de esquí en la Antártida— una travesía invernal en el territorio vasto y bruto de Svalbard. A lo largo de más de 2 meses y una distancia de más de 1100 km con total autonomía, tuvimos que hacer acopio de rigor, audacia y resistencia para conseguir completar el objetivo que nos habíamos marcado: la primera travesía norte-sur de la isla principal de Spitsbergen en pleno invierno polar. El punto de salida y llegada fueron en la ciudad de Longyearbyen para no utilizar ningún transporte de motor para llegar al extremo norte de la isla y que nos recogieran en la punta sur de la isla. Fue una expedición fuera de lo común, con el riesgo de poner en peligro nuestra vida y el amor que nos une.
La aventura comenzó en Longyearbyen, que es la capital administrativa de Svalbard y la ciudad más septentrional del mundo. Tras recoger los paquetes de última hora, dejamos la civilización para sumergirnos en esta gran aventura de 63 días, arrastrando dos trineos cada uno, con una carga total de más de 290 kg. Estábamos preparados para cruzarnos con el rey de Svalbard, el oso polar. Aquí hay una población de 3500 osos, un tercio más que el número de habitantes del archipiélago. También tuvimos cerca el famoso y emblemático reno de Savalbard, y el zorro polar ártico, una especie que está en peligro de extinción en la isla.
La noche polar no nos dejaba mucho margen de error. La presión de encontrarnos cara a cara con un oso era constante. De hecho, nos topamos con dos durante nuestro periplo. Una de las consecuencias del calentamiento global en los últimos años es que la topografía de la isla ha cambiado. En este entorno en pleno cambio, los glaciares del sur estaban salpicados de grietas peligrosas a nuestro paso. El hambre fue otro reto importante de la expedición, que nos atenazó del principio al final del recorrido. Tuvimos que racionarnos durante gran parte del trayecto para poder aguantar hasta el final. Esta dura dificultad estuvo a punto de salirnos muy cara, pues llegamos al final de la expedición con una seria pérdida de peso y sin energía. Pero la belleza de este mundo helado, entre auroras boreales y glaciares, nos dio la fuerza necesaria para completar nuestro periplo. La guinda de esta gran expedición fue la visita del conocido explorador polar noruego Børge Ousland, que estuvo presente en Longyearbyen para felicitarnos por cumplir este gran reto.
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«Llevé la nueva Julbo, que es fotocromática y ventilada y va de la categoría 0 a la categoría 4. Al principio de la expedición viajamos durante más de 20 horas de noche y al final, casi 20 horas a la luz del día. Llevaba la máscara fuera cual fuera la temperatura, desde –38 ºC cuando las altas presiones eran más altas hasta 1 ºC durante los días más cálidos. Esta máscara me acompañará sin duda en mis próximas expediciones.»
Fechas clave de la expedición:
- 2 de febrero, salida de Longyearbyen a oscuras en pleno invierno ártico; 290 kg, la carga total de los trineos repartida entre Caroline y yo al salir;
- 10 de febrero, nos escapamos del casquete de Filchner (–30 ºC con viento del este) para:
- evitar sabañones, los sufro en los pies;
- aprovechar el hielo de Widje Fjord o su costa para ir más rápido al norte; - 14 de febrero, nos quedamos bloqueados en Widje Fjord y no podemos seguir avanzando hacia el norte:
- Falta hielo en el fiordo;
- No hay suficiente nieve en los bordes del fiordo (gran probabilidad de romper los trineos con las muchas rocas que hay);
- Tenemos que dar media vuelta para volver al casquete glaciar; - 15 de febrero, volvemos sobre nuestros pasos:
- Nos encontramos con un oso y esquiamos a un centenar de metros del plantígrado;
- Al cabo de unos diez km, tomamos un valle en dirección al glaciar de Smuts; - 16 de febrero, al subir un río parcialmente congelado, volvemos a ganar altura; 1000 m de ascenso en medio de las montañas de Atom Fjellet.
- 19 de febrero, percibimos el sol unos segundos y por primera vez en el casquete de Åsgargfonna;
- 22 de febrero, llegamos a Verlegehuken, la punta norte de la isla realizando un push de 42 km; es el punto de partida de nuestro intento de realizar la 1.ª travesía invernal del Spitzberg. El objetivo es llegar al Cabo Sur antes del 21 de marzo, 1.er día de la primavera;
- 15 de marzo, esta mañana hace –38 ºC en el vestíbulo de la tienda en el glaciar de Hamberg; Lars Ebbessen nos anuncia la llegada de una enorme masa de aire caliente para los próximos días. Nos apresuramos para acercarnos lo máximo posible al Cabo Sur;
- 18 de marzo, travesía de la bahía de Isbukta (bahía de los hielos en noruego). 11 km de banquisa en línea recta. Hace calor, el tiempo está extrañamente tranquilo cuando atravesamos la bahía. Poco a poco llega un frente nuboso. Al final del día, el tiempo empeora. Nos detenemos para acampar en tierra firme hasta el borde de la banquisa. ¡Hay que darse prisa antes de que sea demasiado tarde para montar el campamento!
- Noche del 19 de marzo, Caroline se despierta y se da cuenta de que la tienda está sepultada bajo la nieve. ¡Hay que palear hasta la mañana! Antes de reemprender la marcha, nos concedemos una siesta de 50 cm. ¡Estamos agotados, pero muy cerca del final! Nos separan de nuestro objetivo menos de 40 km. El interior de la tienda está mojado, hace 0 ºC, cerca de 40 grados de diferencia en 3 días. Tenemos que guardar nuestro material dentro de nuestras barreras de condensación (una especie de bolsa de basura en la que dormimos cada noche para evitar que la condensación del cuerpo contamine nuestro saco de dormir; sin barrera de condensación, toda la condensación se convertiría en trozos de hielo dentro del saco de dormir) por no haber traído sacos estancos. ¡Nunca hemos vivido un cambio de temperatura tan brutal! Nos ponemos de nuevo los esquís y seguimos nuestra ruta como dos zombis. No podremos esquiar más de 12 km antes de vernos obligados a montar un campamento de nuevo.
- 20 de marzo, «You guys should go early in the morning! It’s gonna get bad later!» Al leer este escueto mensaje, nos apresuramos a salir del casquete glaciar de Sorkappfonna. A pesar de las dificultades para desmontar la tienda (los arcos de la tienda están cubiertos de hielo), hoy hay que darlo todo para llegar a Sørneset, la punta de la isla. ¡Es el último día del invierno! Se levanta viento y las nubes corren sobre las montañas. La situación se vuelve tan peligrosa que no conseguimos mantenernos de pie en la morrena del glaciar de Matthiasbreen. ¡Imposible tratar de tirar de nuestros trineos con este viento! Así que tendremos que poner rumbo al sur para salir de esta zona y luego reajustar la ruta para llegar a Sørneset. Un espantoso escudo de nubes se forma a lo largo del Cabo Sur en un mar plagado de hielo y azotado por los vientos que bajan directamente del casquete.
- 20 de marzo, 13:15. ¡Lo hemos conseguido! ¡Hace 47 días que estamos de expedición sin asistencia y 27 días que salimos de Verlegehuken, la punta norte de la isla! Son las 13:15. ¡Es la primera travesía de norte a sur en invierno de Spitzberg sin asistencia! Con una mezcla de miedo, alegría y agotamiento, estamos sentados, justo debajo del cairn de Sørneset, protegidos por nuestro toldo de emergencia. Ya compartimos la posición GPS. Pero todavía tendremos que esperar 4 días en el Cabo Sur antes de volver al norte. Fuera hay un viento muy fuerte.
- 24 de marzo, retomamos nuestro periplo. 250 km nos separan de Longyearbyen, nuestro destino final.
- 25 de marzo, ¡tenemos que volver a desviarnos! Para nuestra gran sorpresa, el hielo de Isbukta está totalmente fracturado, dejando paso a algunas zonas de agua libres, una trampa mortal sin traje estanco ni raft. Al final del día nos encontramos encordados en un paso delicado, el «Isryggpasset», para navegar bajo los seracs de un azul intenso.
- Del 26 de marzo al 4 de abril:
- 7 km, la distancia más corta recorrida debido al fuerte viento;
- Estamos en el punto más bajo, la falta de energía, calorías y sueño nos dejan muy débiles.
- Un último golpe de viento con ráfagas de 30 m/s al aproximarnos a Longyearbyen. «¡Ha sido duro de pelar hasta el final! ¡Pero lo hemos conseguido!»
- 5 de abril, esquiamos los últimos 4 km. Cara a cara y con pocas cosas que decirse, tratan de darse cuenta de la magnitud de su proeza.
- 10 de abril, el noruego Børge Ousland, leyenda de la exploración polar, viene a felicitarnos.
Sombras polares / Polar Shadows
- 63 días
- 1000 km
- Sin asistencia
- Primicia invernal en el Ártico
- Travesía norte-sur del archipiélago de Spitzberg
- Salida y llegada en Longyearbyen
- En el archipiélago viven 3500 osos polares, un tercio más que el número de habitantes
- Carga de los 4 trineos juntos: 290 kg
- De 5000 a 6000 calorías al día ingeridas por aventurero
- 2 osos polares encontrados por el camino
- Temperaturas desde 0 hasta a –40 grados
- Expedición del 2 de febrero al 5 de abril de 2021
BÍO Vincent Colliard
Muy aficionado a la exploración, el aventurero francés Vincent Colliard, de 35 años, es uno de los exploradores polares más aguerridos de nuestra generación, cuyas numerosas expediciones incluyen la travesía actual de los 20 mayores casquetes glaciares —Ice Legacy— del planeta. Representa un nuevo tipo de atleta deseoso de unir aventura y ciencia, e inspirar el respeto por el medio ambiente a escala mundial.
BÍO Caroline Côté
En sus expediciones, el papel principal de esta aventurera profesional canadiense y cineasta de aventura establecida en Montreal de 34 años consiste en captar imágenes para después presentarlas al público general en forma de documentales. Gran apasionada de los retos de resistencia, tanto en carreras como en kayak o esquí, tiene ya varias expediciones complicadas a sus espaldas.