MAXIME MAROTTE
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Vélo
MAXIME MAROTTE
Cross-Country - 37 years

«No soy uno de esos que nacen campeones, a los que todo les sale bien desde pequeños.»

 

En el deporte de alto nivel, hay atletas prometedores, estrellas fugaces, leyendas y valores seguros. Maxime Marotte pertenece a esta última categoría. En XCO (el BTT cross-country olímpico), el atleta Julbo, al que descubrimos entre bambalinas en la serie web «The Hidden Path», es uno de los mejores del mundo.

Nacido para rodar

Tras iniciarse en BTT siguiendo la rueda de su padre, apasionado de la bicicleta, Maxime Marotte ha trabajado mucho para llegar adonde está ahora. Él mismo lo dice: no nació campeón. ¡Pero lleva la bicicleta en los genes! No pasa ni un día sin que piense en montar en su bici, que todavía ve con los ojos del niño que fue. Y cuando no es la bici, es la moto, la otra gran pasión de este fan del pilotaje. Las curvas cerradas, la velocidad y el riesgo son habituales en su vida.

 

En las categorías jóvenes, el alsaciano nunca fue el mejor. Para él, aunque nada sea innato, todo se adquiere, a fuerza de hacer pierna, de pie sobre los pedales, y de fuerza mental. Gracias a su perseverancia excepcional y a sus miles de horas de entrenamiento, bajo la mirada experta de su entrenador Philippe Chanteau, se sube a su primer podio de una copa del mundo, en 2011, a los 24 años. Ese mismo año se convierte en campeón de Europa y después, en campeón del mundo de relevos por primera vez, antes de repetir la hazaña en 2014. ¡La máquina ya no para!

En marcha hacia los Juegos

Desde 2016, con su cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Río, Maxime Marotte forma parte del team Cannondale Factory Racing. El equipo americano lo llevó a otra dimensión. Conservando sus cualidades intrínsecas de resistencia, Max aumentó su potencia ganando masa muscular, haciéndose más explosivo y, por lo tanto, aumentando su rendimiento en los sprints y en las pruebas de short-track, esfuerzos cortos e intensos. Rodeado de un equipo superprofesional, disfruta, junto con sus compañeros de equipo, de un ecosistema centrado en la optimización del rendimiento. En busca del detalle que marca la diferencia: el que le permitió convertirse en campeón de Francia en 2017.

 

Maxime Marotte es un epicúreo, amante del buen vino. La competición es lo que le mueve día a día, pero la búsqueda del placer es su obsesión perpetua. Si al piloto de cross-country le sube el ácido láctico en los ascensos, con el corazón a 185 pulsaciones por minuto, es por el chute de adrenalina que le producen las bajadas. Técnico avezado, se lanza a fondo, llevando los límites al extremo, con la nariz pegada al manillar. Esta misma búsqueda de diversión y sensaciones es lo que le empuja a viajar a todos los rincones del planeta, lleno de sueños olímpicos. Equipado con las lentes fotocromáticas Reactiv, Maxime lo tiene todo para hacerlos realidad y pasar, en un instante, de la sombra a la luz.

 

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