Cristalliers montagne

«En 1796, nació de un clavo la fabricación de gafas en Morez.»

Jules Baud

Jules Baud

Fundador

Esta es la frase que se puede leer en un cartel frente al que pasan muchos empleados de Julbo cada día. Esta frase simboliza el nacimiento de la industria de la fabricación de gafas en la cuenca del Jura.  

Alentado por el gran saber hacer de la región en 1888, Jules Baud funda su marca de gafas. Con la innovación como hilo conductor, realiza a petición de los cristaleros del valle de Chamonix, un par de gafas de sol. Este oficio, que existe desde la prehistoria, exige cualidades de alpinista, ya que recorren las montañas en busca de cristales raros ocultos en la roca para revenderlos. Pasan mucho tiempo a gran altitud encaramados a las paredes, sobre los glaciares, sobre la nieve… así que para ellos es fundamental protegerse de los peligros del sol.  

La gafa creada por Jules Baud muestra a grandes rasgos lo que se haría después en los años 50, pues contaba ya con protecciones laterales. Las lentes están hechas con minerales teñidos como el cuarzo ahumado. En cierto modo, los cristaleros participaban en la fabricación de sus gafas de sol.

La forma de «herradura» que vemos en la siguiente foto está pensada para cubrir el rostro al máximo y limitar las molestias causadas por la reverberación. En aquella época se trataba de un diseño vanguardista, aunque no necesariamente nuevo. Al parecer, este diseño se inventó a finales del siglo XVIII. La herencia de este primer par de gafas destinado a los cristaleros de Chamonix está muy presente en el ADN de Julbo.

glacier bleu

El primero que culminó el Mont-Blanc en 1786, Jacques Balmat, era un cristalero; cuenta la leyenda que buscaba una mina de oro.

quartz rose

Cuarzo
Foto del museo de los cristales de Chamonix

fluorite

La fluorita rosa del Mont Blanc, uno de los cristales más preciados.
Foto del museo de los cristales de Chamonix

Cabe destacar que antes de que aparecieran las lentes de colores, los pueblos del Ártico utilizaban «gafas» talladas en madera o hueso en las que practicaban unas diminutas hendiduras para evitar el deslumbramiento. ¡Hay que reconocer que no era precisamente lo más eficaz para un buen campo de visión!

Les cristalliers

Source : Musée de la lunette à Morez

Chamonix vallée

alpinistes

El oficio de cristalero, « aquel que se gana la vida buscando cristal», fue desapareciendo poco a poco a mediados del siglo XX. ¿Porque habían explotado todos los «hornos» de cristales y la actividad ya no era rentable? ¿Porque las condiciones climáticas dificultaban la búsqueda? ¿Porque el alpinismo cada vez era más accesible y poco a poco los cristaleros se hicieron guías de montaña, actividad más lucrativa? Es muy probable que el declive se explique por la suma de todos estos factores.

Sin embargo, la tradición aún perdura para algunos coleccionistas apasionados, gracias a la mejora de las técnicas de alpinismo y escalada, aunque ha dejado de ser un medio de subsistencia.

Tras los dos grandes conflictos mundiales, la conquista de nuevas cumbres tanto en Europa como en todo el mundo se convierte, para los distintos gobiernos occidentales, en una forma de afirmar (o reafirmar) su poder. Alemania e Inglaterra pusieron en marcha numerosas y arduas expediciones en los años 30 para conseguirlo. Habrá que esperar a los años 50 para que el gobierno francés se ponga manos a la obra.
Y gracias a las grandes expediciones nacionales financiadas por Francia, la marca inicia el ascenso de las cimas más prestigiosas del mundo acompañando a los mayores alpinistas de cada época.