«¡Todos llevamos dentro un brillo especial que compartir!»

La americana se lanza igual por una pendiente empinada que para defender una causa: con pasión. Quería ser alpinista antes de ser esquiadora. Al final, combinó ambas. Sueña con escalar a pie las mayores montañas del mundo antes de bajarlas sobre los esquís. En la cumbre, Caroline Gleich, freerider intermitente, no se lanza nunca con los ojos cerrados, sino siempre con prudencia. Curtida por las pruebas que ha tenido que superar, aprecia demasiado la vida. Esa vida hecha de deporte y aventura, que tan feliz la hace ahora.

Atraída por la verticalidad

Caroline Gleich creció en Minnesota rodeada de árboles, lagos… y llanuras interminables. ¡Ni una sola montaña a la vista! Esas cumbres, ausentes y desconocidas, fascinaron a la joven, que descubrió la escalada en un local de su ciudad natal, en Rochester. Más adelante, se lanzó por sus primeras pistas acondicionadas en familia, durante unas vacaciones esquiando en el interior de Utah. Donde vive hoy, en la estación de Park City. Donde su hermanastro, el que le transmitió el amor por los deportes outdoor, perdió la vida arrastrado por un alud. Caroline tenía 15 años.

Por las mujeres

Así que no es casualidad que fuera aquí, en medio de las enormes cumbres cubiertas de nieve polvo de Wasatch —una cordillera que bordea las Montañas Rocosas—, donde la esquiadora-alpinista profesional hiciera realidad su mayor reto: recorrer y esquiar los 90 pasillos de «The Chuting Gallery» (La Galería de las Caídas), recogidas en la guía de Andrew McLean. Un recorrido peligroso, hecho de cascadas de hielo, bajadas de rappel, grietas y líneas extremas, que la instructora del Utah Avalanche Center abordó con un control total y un espíritu positivo. Caroline Gleich fue en 2017 la primera mujer en realizar esta proeza monumental, que hasta entonces solo habían conseguido hombres. Una victoria para ella, exmodelo, en su lucha por la igualdad de géneros.

En 2019, un año después de haber escalado y bajado esquiando la sexta cumbre más alta del mundo, Cho Oyu, Caroline subió al Everest por la cresta nordeste, una de las vías más difíciles. «Una ascensión por la igualdad» realizada con Rob, su pareja, ¡pero sin el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha, que se le rompió en una caída esquiando unas semanas antes! Un logro impresionante. Una lección de coraje.

Aventurera y activista

A través de sus expediciones, Caroline Gleich, muy activa en las redes sociales, que alimenta con numerosos relatos y sublimes imágenes, quiere dejar un legado. Ser un ejemplo, fuente de inspiración, para incitar a los demás atletas y a su comunidad a explorar las montañas sin dañarlas, para preservar este universo que la cautiva y la maravilla. Graduada en antropología y militante por el clima, trabaja con varias ONG que defienden el medio ambiente. Es su forma de devolverle a la naturaleza lo que la naturaleza le ha dado: la felicidad en estado puro.

Con Julbo, Caroline ha firmado el «pro-model» Elara. Una máscara de la que una parte de los beneficios se destina a la asociación POW (Protect Our Winter) y que ilustra su visión de la vida: alegre y comprometida.